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Resumen de The role of c-myc in the transcriptional regulation of B lymphocyte differentiation

David Fernández Antorán

  • El proto-oncogen c-myc fue descubierto como el homologo celular del oncogén v-myc, perteneciente al retrovirus MC29.

    La proteina c-Myc forma parte de la familia de factores de transcripción bHLHZ implicados en la regulación de la proliferación, apoptosis y diferenciación celular (Blackwell et al., 1990; Landshulz et al., 1988; Murre et al., 1989).

    La expresion de c-myc está altamente regulada tanto a nivel transcricional como posttranscripcional (Jones and Cole, 1987; Brewer and Ross, 1988). Su expresión es casi indetectable en células quiescentes sin embargo, tras la exposición a diferentes mitógenos, se produce un aumento significativo y con ello, la célula comienza la transición G0/G1 hacía fase S (Kelly et al., 1983; Campisi et al., 1984). Una caracteristica típica de c-myc es que una desregulación de su expresión favorece la formación de tumores in vivo (Adams and Cory, 1985; Morgenbesser and DePinho, 1994). Sólo en EEUU se estima que 1/7 de los canceres humanos que causan muerte al año, presentan alteraciones en la regulación de c-myc.

    c-Myc dimeriza con la proteina Max y forma un complejo protéico que se une al ADN a traves de la secuencia CACGTG denominada caja E y activa la transcripción de sus genes diana (Blackwoodand and Eisenman, 1991; Ayer and Eisenman, 1993; Amati and Land, 1994).

    Tambien se ha descrito la capacidad de c-Myc para inhibir la transcripción de numerosos genes, muchos de ellos, implicados en la salida de ciclo celular (Gartel and Shchors, 2003).

    Además del importante papel desempeñado por c-Myc en proliferación y apoptosis, no menos importante, es su función en diferenciación celular.

    c-Myc se expresa normalmente en células inmaduras en proliferación y una disminución en su expresión está vinculada con el desencadenamiento de la diferenciación celular (Chang et al., 2000; Henriksson and Luscher, 1996). Sin embargo, la expresion ectópica de c-myc bloquea la diferenciación terminal ne muchos tipos celulares, tanto in vivo como in vitro (Facchin and Facchin, 1998; Iritani and Eisenman, 1999). Un ejemplo bien caracterizado de ello es el proceso de diferenciación terminal de las células B, en el cual la activación de blimp-1, cuya función en diferenciación B esta bien descrito, provoca una disminición de los niveles de expresión de c-myc (Lin et al., 1997).

    Durante el proceso de diferenciación de las células B, tienen lugar en una serie de eventos característicos, tales como, la expansión de unos pocos precursores en un gran número de células B inmaduras, que emigran a la periferia para formar parte del repertorio de células B maduras (Hardy and Hayakawa, 2001) ; el reordenamiento de los genes que codifican para el receptor de células B (Davis and Bjorkman, 1988) y el silenciamiento de aquellas células que expresan receptores afines a antígenos propios. El desarrollo de células B maduras desde los precursores hematopoyéticos necesita de la acción coordinada de una serie de factores de transcripción, tales como Pu.1, E2a, Ebf1 y Pax5. De los cuales los tres últimos son clave en el proceso de diferenciación hacia célula B y del mantenimiento de la identidad B (Zhuang et al., 1994; Lin et al., 1995; Urbanek et al., 1994). Varios trabajos, han mostrado como la expresión de c-myc a lo largo del proceso de diferenciación de linfocitos B, está altamente regulada y ya que su expresión se requiere en estadios concretos ( de Alboran et al., 2001). Por tanto, hemos intentado dilucidar los mecanismos moleculares que subyacen a dicha necesidad de c-Myc, mediante el empleo de modelos de inactivación in vivo que permiten la inactivación de c-myc en un tipo celulaEl principal papel de las células B es la produccextrañas al propio organismo. Dicho pro. Esta productionas co la expansioniento de los genes que codifican para el receptor"ión de anticuerpos frente a diferentes moléculas extrañas al propio organismo, la cual tiene lugar mediante tres procesos bien diferenciados: La recombinación VDJ de los genes de las inmunoglobulinas, la hipermutación somática de las regiones variables (SHM) y el cambio de clase de isotipo (CSR). Tanto la SHM como el CSR requieren de la expresión de la proteína AID (cuyo gen se denomina aicda), la cual está implicada directamente en el proceso de hipermutación y de recombinación, ya que provoca mutaciones y roturas del ADN que conllevan a la alteración de la secuencia en las regiones variables de las inmunoglobulinas y al reordenamiento de las regiones constantes de las mismas, respectivamente. AID desamina las citosinas de las regiones variables y de las secuencias S, convirtiéndolas en uracilos y provocando un desemparejamiento G:U, que son reconocidos por la maquinaria de reparación del ADN y conllevan en ultimo lugar a la introducción de mutaciones (SHM) o a la rotura del ADN y posterior recombinación (CSR).

    El proceso de cambio de clase de isotipo (CSR) diversifica la función efectora del anticuerpo sin influir en la afinidad especifica por el antígeno y tiene lugar entre las secuencias repetitivas (S) de los genes que codifican para las regiones constantes (Stavnezer et al., 2000).

    Para que se lleve a cabo el cambio de clase, es necesario que exista transcripción a través de la región constante a la cual vaya a darse el proceso de recombinación. Con ello se produce un transcrito (GLT) que no codifica proteínas pero que es fundamental para que el cambio de clase se produzca con normalidad (Shinkura et al., 2003; Yu et al., 2003). Cada no de los promotores de las secuencias S se transcribe de forma diferencial en respuesta a una amplia variedad de mitógenos y citoquinas que dirigen de este modo el cambio de clase hacia uno de los isotipos en particular (Stavnezer, 2000). Uno de los mecanismos que controlan el cambio de clase (CSR), consiste en la regulación específica de la expresión de AID.r específico mediante el empleo del sistema Cre-Lox.

    Además existe una relación bien documentada entre la proliferación celular y el proceso de CSR, ya que se ha observado un incremento en el proceso de cambio de clase en aquellas células B que han llevado a cabo un mayor numero de divisiones.

    que la expresión de AID está vinculada al número de divisiones celulares (Tangye and Hodgkin PD., 2004). Esto se explica mediante la unión existente entre los niveles de expresión de AID y el número de divisiones que tiene lugar en una misma célula (Rush et al., 2005). Ya que c-Myc juega un papel crucial en proliferación y que ésta es necesaria para el proceso de CSR, hemos querido profundizar en los mecanismos moleculares que gobiernan dicho proceso, mediante el empleo de modelos de inactivación de c-myc in vivo.


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