Por un sistema de evaluación y acreditación del profesorado universitario razonable, democrático y justo

• Enrique Javier Díez Gutiérrez ^[1]
  1. [1] Universidad de León

     Universidad de León

     León, España

     
• Localización: Rued@: Universidad, Ética y Derechos, ISSN-e 2530-030X, Nº. 6, 2021, págs. 51-68
• Idioma: español
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• Resumen
  • español

    Debemos cuestionar las desproporcionadas e irracionales condiciones de acreditación (proceso de evaluación externa del currículum) impuestas por el Ministerio de Educación y la ANECA (agencia externa que evalúa los méritos del profesorado universitario) como exigencias para consolidar un puesto estable en la Universidad.

    En el contexto actual de recortes y de desinversión en Educación Superior e I+D, el repentino e injustifi cado endurecimiento brutal de los criterios de la ANECA para acreditarse como profesorado estable en la Universidad (que es solo un requisito previo al concurso público necesario para acceder) hunde las perspectivas de estabilidad y de promoción de buena parte del profesorado universitario que, habiendo cumplido sobradamente con lo que se les exigía para pasar a ser estables, han visto frenada su posibilidad de acceso, permanencia, estabilidad, consolidación y desarrollo profesional y laboral por el estrangulamiento de la Universidad Pública.

    A la vez consolida el control ideológico y político de marcado carácter mercantil, presionando todavía más a la comunidad académica española en la “loca carrera” por publicar artículos en rankings de revistas controlados por dos multinacionales extranjeras.

    Lo cual puede acabar convirtiéndose en un ERE encubierto que precariza aún más la Universidad Pública.

    Frente a este modelo es necesario replantear un nuevo sistema de evaluación y acreditación del profesorado universitario comprensivo, razonable, global, equitativo, coherente y justo. Para ello sería necesario derogar el RD 415/2015, de 29 de mayo, por el que se establece la acreditación nacional para el acceso a los cuerpos docentes universitarios, habilitar de nuevo el anterior sistema de acreditación (RD 1312/2007) transitoriamente y negociar un nuevo sistema de acreditación consensuado con la comunidad académica que sea transparente, conlleve e integre la autoevaluación de las/ los candidatos y valore todos los méritos académicos de profesionales universitarios que están realizando un trabajo encomiable en medio de unas políticas de brutales recortes y precarización, que se han venido hasta hace poco centrando en rescatar bancos más que en potenciar la fi nanciación de la investigación. Un sistema que asegure la estabilidad y dignidad del profesorado y blinde la Universidad Pública contra la privatización y los recortes

  • English

    We must question the disproportionate and irrational accreditation conditions (external evaluation process of the curriculum) imposed by the Ministry of Education and ANECA (external agency that evaluates the merits of university teaching staff ) as requirements to consolidate a stable position at the University.

    In the current context of cuts and disinvestment in Higher Education and R&D, the sudden and unjustifi ed brutal hardening of ANECA’s criteria to be accredited as stable professors at the University (which is only a prerequisite to the public competition necessary to access) plunges the prospects of stability and promotion of a good part of the university teaching staff who, having more than complied with what was required of them to become stable, have seen their possibility of access, permanence, stability, consolidation and professional and work development slowed down by the strangulation of the Public University.

    At the same time, it consolidates the ideological and political control of a marked commercial nature, putting even more pressure on the Spanish academic community in the “crazy race” to publish articles in rankings of magazines controlled by two foreign multinationals. Which can end up becoming a covert ERE (Employment Regulation File) that makes the Public University even more precarious.

    Faced with this model, it is necessary to rethink a new comprehensive, reasonable, global, equitable, coherent and fair system of evaluation and accreditation of university teaching staff. For this, it would be necessary to repeal RD 415/2015, of May 29, which establishes national accreditation for access to university teaching bodies, reenable the previous accreditation system (RD 1312/2007) temporarily and negotiate a new accreditation system agreed with the academic community that is transparent, involves and integrates the self-evaluation of the candidates and assesses all the academic merits of university professionals who are doing a commendable job amidst policies of brutal cuts and precariousness, that until recently have been focused on rescuing banks rather than boosting research funding. A system that ensures the stability and dignity of the teaching staff and shields the Public University against privatization and cuts